Sexo decimonónico

Obviamente, en el siglo XIX la mujer no tenía ninguna sombra de Grey que echarse a su sexualidad reprimida por las convenciones sociales y religiosas, pero sí el ángel desnudo situado en el Pla de Palau de Barcelona. Gracias a esta estatua, en la que podía contemplarse perfectamente los atributos masculinos de un ángel que representaba al Genio Catalán para nada asexuado, el cercano Mercado del Born se convirtió en el más visitado de las féminas barcelonesas. El obispado montó en cólera y, ante la amenaza de destrucción de la obra y, por consiguiente, de los ingresos monetarios de los comerciantes, se dotó al querubín de un taparrabos. Tras la dictadura de Franco, la estatua pudo lucir tal como vino al mundo, aunque con sus partes pudendas restauradas. De esta historia habla Francesc Puig i Alfonso y Josep Maria Huertas Claveria en sus libros "Curiositats barcelonines" y "Mites i gent de Barcelona", respectivamente.