domingo, 21 de diciembre de 2014

Abierto hasta el amanecer

El régimen franquista trastocó muchas cosas. Aseguran que el empeño del generalísimo en aproximarse al huso horario alemán, unido a la necesidad de recurrir al pluriempleo para superar los rigores de la postguerra, es la causa de que en España se imponga la jornada partida y la vida comience más tarde que en otros países vecinos. Franco también alteró la noche barcelonesa. En esta ciudad había locales que no cerraban nunca. José María Carandell lo explica en "Guía secreta de Barcelona":
Las Ramblas en los años cincuenta
"Hasta la guerra civil había muchos sitios abiertos por la nicho en Barcelona. En el Ateneo Barcelonés se celebraba tertulia permanente: solo cerraba de siete a nueve de la mañana. Quienes tenían hambre se acercaban a la Bodega del Colón, en la Plaza Cataluña, al Suizo en la Rambla de los Capuchinos, o a cualquiera de los muchos restaurantes de servicio nocturno. Y si necesitaban una gorra, unos tirantes o un caliqueño -que eran las cosas que en aquel tiempo solían precisarse por la noche- podían encontrarlos en varias de las tiendas abiertas del Distrito V".
Carandell escribió estas líneas en los años setenta, cuando aún funcionaban los drugstore del Paseo de Gràcia y del Liceo, de los que hemos hablado en otro post.

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